Playa San Lorenzo en Gijón

Gijón, una ciudad a la orilla del mar

Gijón es una ciudad costera en el norte de la península, en la tierra de los verdes prados y las fértiles colinas bañadas por el mar Cantábrico, el Principado de Asturias. Considerada como la ciudad más grande la región, su rápido crecimiento demográfico y económico la ha convertido en una ciudad vivaz, joven, con un desarrollo cultural en el que se aúnan tradición  y progreso. Como ciudad marítima, su centro neurálgico y más lleno de vida se encuentra en sus orillas: puertos, playas, antiguos callejones y edificios centenarios aportan el ambiente que necesitas para impregnarte del espíritu asturiano y el dulce aroma a sidra y mar.

En Gijón todos los caminos te llevan a la costa, y de ella podemos partir para admirar todo lo que la ciudad puede ofrecer a sus nuevos visitantes:

  • No hay ciudad marítima que se precie sin un acuario donde poder entrar en contacto con la fauna marina de la región, y por ello el Acuario de Gijón BIOPARC ofrece uno de los servicios más especiales y encomiados de nuestra ciudad. Visita a rayas, morenas, nutrias, salmones y criaturas de cientos de colores de agua dulce y salada antes de entrar en contacto con nuestros inolvidables paseos marítimos. No hay que pasar por alto las antiguas vías de tren que desembocan en el Museo del Ferrocarril, parada indispensable para los curiosos, y centro de contacto con la antigua ciudad recorrida por los ya olvidados pero entrañables tranvías.

 

  • El acuario se encuentra a los pies del paseo y playa de Poniente, donde reinan la calma, el deporte y el horizonte. Con su dorada playa artificial y el puerto deportivo, Poniente ofrece las mejores actividades de la ciudad, y finaliza con la guinda de las letronas rojas, prueba de la visita y lugar idílico de la fotografía. Además, en la zona de Fomento, formada por la calle del Marqués de San Esteban y circundantes, se encuentran todo tipo de locales de copas y fiestas, un lugar de encuentro y ocio a cualquier hora del día.

 

  • Tras el paseo por Poniente y la admiración del puerto deportivo, se presenta la entrada occidental al barrio más antiguo de la ciudad: Cimadevilla, con sus calles empedradas, coloridas casas y  espíritu portuario, presidida por la plazuela del Marqués, con su ya emblemático Árbol de la Sidra, envidia del árbol navideño, y la orgullosa fuente y estatua del legendario héroe astur don Pelayo. A la entrada se presentan dos arquitecturas admirables y reconocibles, el Palacio de Revillagigedo, museo digno del entretenimiento y las curiosidades, con una rica fachada barroca. Al otro lado de la plazuela se encuentra la entrada, rodeada de arcos, de la Plaza Mayor de Gijón, lugar de encuentro, celebraciones, conciertos y gastronomía, con mercados diversos y propios de la cultura asturiana durante varios días del año.

 

  • El ascenso por el milenario barrio de Cimadevilla te llevará por calles estrechas y encrucijadas, un laberinto digno para perderse, con yacimientos arqueológicos, pequeños negocios, casas tradicionales, pubs precedidos por una escalera del rock policromática y sidra casi infinita, un empuje en la subida hasta la vista más memorable e icónica, el Cerro, presidido por el trono de la ciudad, el Elogio del Horizonte. Un extenso parque, con zonas de ocio, pista de skate e incluso la batería de Santa Catalina y los barracones otorgan un ambiente de convivencia entre vidas pasadas y modernas, hasta llegar a los límites de la elevada colina. Desde este acantilado se puede vislumbrar como el mar y el cielo se tocan y unen hasta donde alcanza la vista en un infinito azul.

 

  • El descenso por las calles orientales te llevará, primero, al Museo Casa Natal de Jovellanos, antiguo hogar del ilustre intelectual gijonés y, luego, hasta el edificio simbólico de la villa, la iglesia de San Pedro, construcción historicista con elementos románicos y prerrománicos, tradición asturiana y reflejo de la luz solar en los días de cielos despejados. Además, por debajo de ella encontrarás las termas romanas de Campo Valdés, otra prueba más de la antigüedad del lugar.  A continuación, en secuencia, perdiéndose en el horizonte, se sucede la barandilla salada, luminosa y blanca del paseo de San Lorenzo, la playa más concurrida de Asturias, llena de vida, olas de surf y comercio. Es fácil dejarse llevar por la agradable brisa marina y continuar el paseo hasta perderse más allá del núcleo urbano, caminando al ritmo de las olas.

 

  • Pero si tomas la vía paralela a la ría del Piles, el rio gijonés, llegarás al Recinto Ferial Luis Adaro, hogar de la Feria de Muestras de Asturias, lugar de todo tipo de actividades y concurrencia de las últimas vanguardias artísticas y científicas, divulgación y festividades de ocio y actualidad como Metrópoli Gijón. A su lado, se erige, henchido de fama y dignidad, el Molinón, estadio del equipo oficial, el Sporting de Gijón.

 

  • De vuelta al centro y, adentrándote por las calles de la ciudad hacia el oeste, podrás llegar  al lugar de concurrencia principal, el paseo de Begoña, visita obligada si quieres encontrar a alguien, un parque concéntrico perfecto para pasear, charlar y tomar algo en compañía de más muestras arquitectónicas como el magnífico Teatro Jovellanos o la Iglesia de San Lorenzo.

A pocos metros de distancia se encuentra el restaurante La nueva Zamorana, hogar de la pasión por lo clásico y lo tradicional en el centro de la villa, en contacto con su gastronomía marina y el arte de sus gentes, y dispuesto a servirte tras todo un viaje por las calles gijonesas para que nunca olvides sus colores, sus ambientes y su sabor.